Conocí a Alejandro Corral hace unos 25 años en la ciudad de México. Era mi contemporáneo, pertenecemos a la misma generación.
Solíamos vivir por los mismos rumbos, en la parte norponiente de la ahora tan atribulada Ciudad de México.
A principios de los 90 nos reencontramos en la Universidad Anahuac Plantel Norte, por donde yo pasé de manera fugaz.
Posteriormente, me enteré de que se había ido a vivir a Argentina, en donde es Chef Profesional.
Pero recientemente, me he vuelto a poner en estrecha comunicación con él y como nos ha sucedido a tantos de nosotros en los últimos años, hemos contactado a personas que no veíamos hacía décadas... ¿Por dónde más? Por el Facebook.
Y es por eso que el día de hoy queremos publicar en nuestro blog de El Crítico, un post dell buen Alex Corral en su Facebook, el día de hoy,por que es realmente fascinante su forma de contarnos su experiencia.
La breve historia se llama: "Tacos with standing ovation"
De verdad nadie es profeta en su tierra, ni con sus paisanos.
Tuve hace unas semanas un evento de mexicanos y muy criticones, que los sopes no estaban ricos, que no se que... De plano los reté a hacerme un sope de nixtamal en Argentina que quedara mejor. Nadie contestó.
Hoy tuve un cumpleaños de 70 en una casa donde ya había hecho evento y al despedirme se pararon de todas las mesas a aplaudir la comida. Cobré 6 veces mas que a los paisas y estaban agradecidicimos y felices.
Nadie es profeta en su tierra. Y nadie cocina en tierra ajena como la abuelita de un mexicano en el extranjero.
La moraleja de este cuento es: ¿Porqué se requiere de un grupo de septuagenarios de alto poder adquisitivo en la parte septentrional del continente para apreciar merecidamente unos buenos tacos gourmet?
No hay comentarios:
Publicar un comentario